En el bar del Hotel Catalonia Plaza, un señor toca el piano con un tacto delicioso. Ha elegido unas variaciones de Beethoven en do menor y las tres personas que lo escuchan cierran los ojos. Su música es un alivio en medio de un escrutinio electoral que ha ido muy lento. A continuación, el músico da un volantazo, se va de Alemania a Miami y se arranca por Julio Iglesias. “La vida sigue igual” dicen sus dedos en el momento que el reloj asegura que son las once y media; la televisión dice que Ciutadans tiene ya 36 escaños y Marta Rovira que es el independentismo el que ha ganado las elecciones.
Es 21 de diciembre de 2017 y un rato antes Inés Arrimadas, abogada jerezana afincada en Barcelona desde hace diez años, entra en el establecimiento con zapatos de tacón, plumífero negro y gesto abrumado. Un paso por detrás la sigue Xavier Cima, su marido y ex diputado de CiU, que dejó a un lado su carrera para cederle el protagonismo a ella. Ese mismo día, pero en 2011, Mariano Rajoy presentaba su primer equipo de gobierno, fruto de una mayoría absoluta obtenida en plena crisis económica.
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